El monte de las ánimas y La cueva de la mora

El monte de las ánimas
Para componer esta leyenda, una de las más conocidas de Gustavo Adolfo Bécquer, poeta y narrador del Romanticismo tardío, el autor toma una historia popular que ha escuchado a las gentes de Soria. Es la del monte de las ánimas y que cuenta el protagonista a su adorada Beatriz la misma tarde del día de Todos los Santos, fecha en la que era costumbre hacer regalos.

Alonso, que está enamorado de Beatriz y teme perderla cuando vuelva a la corte francesa de donde ha venido, le ofrece como presente una joya. Ésta, maliciosamente, juega con sus sentimientos y le reta a que vaya esa noche de difuntos a recoger una banda azul que ha perdido en el monte y, si así lo hace, se la regalará.

Alonso se resiste en un principio, y le dice que cualquier otra noche iría pero no esa en la que las ánimas salen de sus tumbas. Sin embargo, y ante la sonrisa y la ironía de su prima, decide aventurarse por el monte en la noche de ánimas.

También se incluye la adaptación radiofónica de otro relato de Bécquer, La cueva de la mora.

Según cuenta la leyenda, cuando los árabes eran todavía dueños del castillo de Tudején, tuvo lugar junto a la villa de Fitero una batalla en la cual cayó herido y prisionero de los moros un famoso caballero cristiano al que sus familiares rescataron a fuerza de oro. De vuelta a casa, el caballero permaneció un tiempo sumido en una extraña melancolía. Y es que durante su cautiverio se había enamorado de la hija del alcaide. Sorbido el seso por los recuerdos de la mora, el caballero organizó una partida y atacó el castillo por sorpresa, con el fin de conseguir el amor de su amada.

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