![Imagen no disponible](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn6CtYjuIQNeYnaSfV12lBCoVr3-H6OcnpbuJISFnGNJ6GhJ2EIAFAyCpGltr8lu2SavO61Oc50OscWtQr5X0Wl1CWh4nfG9tB9pwHHFx-l0zKzVGky9ae0DmDDcbpeg-383LpCuQAqXOP5xR-82xbPfY_N0w58G4-KchQuxEwSvMWRbCfbp5J4AHpw2YR/s1600/miedoteca-imagen-no-disponible.jpg)
Con esta obra dramática de 1939, el escritor estadounidense Norman Corwin exhibe los poderes de la radio. Un medio tecnológico capaz de dar vida a las obras de Shakespeare o Beethoven y que se oigan, instantáneamente, en todo el mundo. Un medio que esconde su artesano mecanismo, la tramoya interminable de músicos, oficinistas, contables, actores, técnicos, letrados y locutores. Un medio con futuro, como anticipó Corwin ya hace casi 70 años: Parece que la radio ha venido para quedarse.
Comentarios
Publicar un comentario