El espejo de Matsuyama

Juan Valera está considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura española del siglo XIX. Su estilo se caracterizó por una escritura preciosista y fluida con una sutil descripción de personajes y situaciones con el que merece tal distinción. El programa Historias dramatizó tres de sus relatos más destacados.

El primero, titulado El caballero del Azor, nos acerca a las nobles acciones de hace más de mil siglos por parte de Bernardo del Carpio conocido como el caballero del Azor así como las diferencias que en una historia de este tipo pueden resultar chocantes a la luz de los tiempos que corren. Si la nobleza se lleva en la sangre, Bernardo lo sabe demostrar a través de sus acciones y su fidelidad, tanto hacia quien involuntariamente lo ayudó en su niñez como para la mujer que decidió que lo acompañara. Un final feliz, para una historia de grandes actitudes.

La siguiente, El espejo de Matsuyama que da nombre al programa, es una bella historia de una familia oriental y un espejo. El hermoso objeto se volverá más que un obsequio de valor para la hija, una vez fallecida la madre. Un relato mágico y evocador.

Por último, en La muñequita, una pobre y honrada viuda tenía una hija de bellísimas facciones y guapa por naturaleza. El rey se enamora locamente de ella y como consecuencia, los habitantes del reino se mofan de las primeras por su pobredumbre. La vida de ambas cambiará cuando la joven encuentra una vieja y estropeada muñeca que cobrará vida.

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